Pons Laplana, de 45 años residente en Seffield, manifestó que uno de los requisitos para la aplicación de la vacuna era que los voluntarios debían estar expuestos al coronavirus de manera natural y que él, al ser enfermero, cumplía con esa condición, al igual que las demás personas que se aplicaron. “Como trabajo en la UCI la responsabilidad es grande por eso la universisad del Oxford tomó la ventaja de tomarnos a nosotros”, contó.
Explicó que la vacuna no tiene el virus del Covid 19, pero si uno similar al del resfrio común en chimpancés que contiene las proteínas propias del coronavirus. Asimismo señaló que es segura y no deja efectos secundarios. “No puedo contagiar a nadie ni tampoco se puede multiplicar en el cuerpo”, dijo.
Además mencionó que pese a haberse aplicado la vacuna, su vida continúa de manera normal, pero teniendo en cuenta los protocolos sanitarios establecidos.