Trump tenía previsto viajar a Florida para celebrar el aniversario en su mansión Mar-a-Lago de Palm Beach, pero tuvo que cancelar el vuelo y quedarse en Washington ante la posibilidad de un inminente cierre de Gobierno que finalmente se ha materializado. El momento no es para festejo, según se escucha en los medios norteamericanos.
Se trata del primer cierre del Ejecutivo desde octubre de 2013, cuando el entonces presidente Barack Obama afrontó 16 días de parálisis por el bloqueo que ejercieron los republicanos. Éste primer año encuentra e el mandatario con una división en la política norteamericana.