Grana señaló que en los años que militó en el equipo de Barrio Obrero fueron los más felices de su carrera futbolística, ya que disfruto la estadía con varios títulos.
“Cerro Porteño es mi lugar en el mundo, me identifiqué con la gente y hubo una conexión distinta y especial. El gol que le convertí al Mono Tavarelli quedó en la retina, hasta hoy lo recuerdan, indicó.
El exfutbolista habló sobre el nuevo equipo del Ciclón bajo el mando de su compatriota Facundo Sava, dijo que es un equipo más directo e intenso. Refirió que será difícil aún adoptar su estilo de juego ya que “el chip” que implantó Chiqui Arce que era la tenencia de la pelota en todo momento.