Dicha ley fenece el 13 de diciembre de este año, por lo que urge que la Cámara de Diputados ratifique esta decisión. De no ser así, desde el 14 de diciembre quedará habilitada la deforestación de lo último que queda de bosques en la Región Oriental.
Desde hace unos días, se pudo ver en las redes sociales la adhesión de la ciudadanía al pedido de extensión de la Ley. Inclusive se vio a varios jugadores de fútbol, artistas, entre otros, solicitando a diputados y senadores el voto a favor de la ampliación de la ley.
La propuesta de Ley fue presentada por el Senador Juan Afara, presidente de la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (Conaderna), y trabajada en conjunto con el Instituto Forestal Nacional (INFONA).
Cabe destacar que dichas autoridades realizaron consultas a representantes de ONGs ambientales y otras instituciones del Estado. Víctor Ibarrola, Director Ejecutivo de la ONG A Todo Pulmón Paraguay Respira señaló lo siguiente: “Es un paso muy importante la aprobación en Senadores, y que haya sido por amplia mayoría, pero ahora la pelota está en el campo de la Cámara de Diputados, esperamos que también voten a conciencia y así se amplíe la ley por 10 años más.
La gran degradación que sufrieron nuestros bosques requiere de mucho tiempo y mucho esfuerzo para recomponerse. Ahora la urgencia es la ratificación de Diputados y luego seguir trabajando entre las más de 60 organizaciones ambientales y las instituciones del gobierno para que se cumpla la Ley y desarrollar estrategias más efectivas para proteger los bosques, generar mayores incentivos para las empresas y familias que están protegiendo los remanentes boscosos y hacer cumplir la ley con penas severas para las personas inconscientes que siguen deforestando los bosques”
Desde el año 2004, cuando se promulgó la Ley de Deforestación Cero, disminuyó en un 85% la tasa de deforestación en el país. Esta es la razón principal por la cual A Todo Pulmón y más de 60 organizaciones ambientales están insistiendo en la extensión de la Ley, además, existen otras razones principales como tener el tiempo suficiente para la recuperación de los bosques altamente degradados y alterados; y dar un tiempo para que se puedan reconectar y recuperar su funcionalidad.
También poder establecer un mecanismo financiero para que los tenedores de bosques reciban los beneficios establecidos por ley en los regímenes de servicios ambientales y para que las condiciones de las instituciones que salvaguardan el patrimonio natural de estos bosques se fortalezcan.