La doctora Milagros Vargas Peña del Departamento de Cardiopediatría de la FCM-UNA, expresó que luego de dos años de pandemia y como evaluación inicial lo recomendable es que los niños y adolescentes puedan someterse a una evaluación clínica integral, que es un examen físico pediátrico completo y por lo general también se recomienda realizar un electrocardiograma.
“En el Departamento de Cardiología pediátrica los agendamientos se están realizando en el consultorio, ya que estamos en tratativa para poder habilitar un número de WhatsApp para facilitar al paciente el agendamiento y lo vamos a estar socializando una vez concretado. Y para la realización de electrocardiograma es por orden de llegada en el consultorio de cardiología pediátrica, planta baja del bloque de internados”, mencionó.
Los casos más comunes que se observan son la comunicación interventricular, la comunicación interauricular que serían los casos de cardiopatía mas leves y en segundo lugar las cardiopatías congénitas cianóticas que son las que requieren de un tratamiento muchas veces neonatal o de una edad muy temprana.
“Gracias a Dios estas patologías se pueden dar con un diagnostico ya prenatal, lo cual resulta altamente positivo ya que favorece a que el paciente sea direccionado a recibir la asistencia adecuada apenas se produzca el nacimiento”, sostuvo.
“Aproximadamente vemos un promedio de 150 pacientes al mes, ya que estamos con restricciones por la pandemia; esto sin contar los estudios, que son muchos más en esta época, ya que estamos viendo muchos pacientes para evaluaciones físicas por el inicio de las clases, y lastimosamente un 20 % de estas consultas se traducen luego en pacientes que presentan alguna afección cardíaca”, manifestó.