El abogado, defiende la teoría del “cruce de llamadas” como prueba de los hechos violentos del 31 de marzo (31M) y el del asesinato del joven liberal Rodrigo Quintana.
“Esto tiene que ver con el ataque o personas a las que mi trabajo les molestó. No quiero darle mucha entidad a algo que realmente no lo tiene, ellos están atacando y son los medios cartistas. El trabajo profesional les afecta. Les afecta la defensa que hice en la denuncia que hice sobre el magnicidio por whatsApp”. dijo.
“Acepto el ataque porque lastimosamente es algo que se volvió corriente en nuestra política, pero bueno, acepto porque no estoy mintiendo y lo que tengo que hacer es demostrar con documentos cada aseveraciones que estoy haciendo”, agregó.
El abogado y candidato a senador por el Partido Democrático Progresista (PDP) había reconocido que en varias ocasiones mantuvo conversaciones telefónicas con Raúl Fernández Lippmann, exsecretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), al respecto, sostuvo que nunca estuvo involucrado en el tema audios ni tráfico de influencias. “Yo nunca fue amigo de él, lo conocía de vista. No van a encontrar llamadas anteriores o posteriores porque las llamadas que se publicaron fueron en el marco de los dos casos concretos que tuve”, indicó.