Mary, una de las mujeres afectadas, manifestó que ayer se vio obligada a renunciar, ya que la empresa no estaba cumpliendo con el contrato e indicó que solo recibían G. 1.600.000 como sueldo mensual. “La promesa de ellos era salario mínimo, hasta dos meses pagaron, pero después dijeron que el Congreso estaba en deuda con ellos, esa era la excusa”, expresó.
Señaló que el saldo restante quedó pendiente y que ayer debían abonar la totalidad restante de los sueldos, sin embargo eso no ocurrió. “Cada mes teníamos que firmar unos papeles para demostrar al Congreso que estábamos cobrando la totalidad del sueldo”, dijo.
Asimismo mencionó que el Congreso está al día con el pago a la empresa que brinda el servicio de limpieza y que Hacienda todos los meses desembolsa el dinero, por lo que el inconveniente estaría en la firma.
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