Según Bestard, en las elecciones municipales se utilizaron en total 15.000 máquinas de votación y que para las internas y Generales se prevén unas 22.000, por lo que habrán 7.000 máquinas más. Mencionó que esta decisión se tomó a fin de evitar inconvenientes, demoras y molestias en los electores.
Agregó que para el proceso de licitación se presentaron varias empresas, pero que finalmente quedó una sola que habría cumplido con todos los requisitos tecnológicos impuestos por la Ley. Indicó además que dichas máquinas no tienen conexión a Internet y tampoco cuenta con un vínculo que permita el hackeo.
Explicó además que las máquinas son arrendandas y no adquiridas, ya que a su criterio “la compra de tecnología podría representar una inversión totalmente equivocada” debido a su rápida desactualización y porque podría haber un cambio en el sistema electoral.