El ex fiscal general del Estado enfrenta un proceso junto con su esposa, María Selva Morínigo, quién está imputada por lavado de dinero. Ella está recluida en la Penitenciaría del Buen Pastor, pero la defensa apeló para que le concedan la prisión domiciliaria, por lo que esa acción debe resolverse.
Para la Fiscalía, la pareja no pudo justificar con documentos unos ingresos de G. 3.764.317.044. Detectó que el ex titular del Ministerio Público tuvo un ingreso de G. 1.147.058.591 que no provendría de fuentes legítimas.