Israel canceló el último mes de su temporada de caza, de cinco meses de duración, en un intento por contener un grave brote de gripe aviar que ha matado hasta 8.000 grullas silvestres y desató la preocupación por el contagio entre especies de aves amenazadas.
La ministra de Protección Ambiental, Tamar Zandberg, twitteó el pasado diciembre que este brote de gripe aviar H5N1 es el “peor golpe que ha recibido la vida silvestre” en la historia de Israel y que “todavía no está en claro” cuál será la dimensión de los daños.
Con la prohibición de la caza en enero, disminuirán las interacciones entre los humanos y la vida silvestre.
El H5N1 se detectó por primera vez en granjas avícolas israelíes hace unos dos meses y desde entonces se ha confirmado como la causa de muerte de las grullas comunes; según las autoridades israelíes, una quinta parte de la población de estas majestuosas aves de cuello largo ya se ha infectado.
Fuente: NationalGeographic