“Estamos en una incertidumbre total sin saber que hacer, tratando de proteger a los empleados, al negocio y a los clientes” relató. También dijo que se mantienen trabajando como pueden intensificando el sistema de delivery ya que “las cuentas no paran y las pérdidas siguen siendo millonarias. Lamentó la inseguridad que se presenta en la zona por lo cual deben trabajar a persianas cerradas.
Ratificó que en conversación con los otros dueños de los locales todos presentan el mismo panorama y aseguran que “la gente ya no llega a los locales”.
Dijo que en su propio local se encuentran “regulando los pedidos” por la incertidumbre de no saber cuándo ni a qué hora van a cerrar el local.