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Manifestó que su padre, Julio Gómez, fue arrollado por la ambulancia el pasado 9 de junio mientras esperaba el ómnibus para ir a su casa. Si bien fue auxiliado, desde ese día el chofer identificado como Héctor Sostoa desapareció y no se hizo cargo de los gastos hospitalarios.
La Fiscalía le indicó que no pueden hacer nada porque su progenitor no está muerto, solo con el diagnóstico médico podrán investigar el hecho porque sirve como una prueba del accidente. Presumen que los profesionales blanco y la empresa de la ambulancia hicieron un pacto para no brindar el estado de salud.
La amenaza es que si presentan la denuncia la víctima ya no recibirá la atención necesaria. El hombre presenta lesiones y las mismas no están siendo curadas porque padece de diabetes.
El único medicamento que lo hace descansar es el Tramadol, una pastilla de ampolla que se consume tres veces al día, sin embargo, es escasa su existencia y piden ayuda a la ciudadanía. Gómez facilitó el número 0984767071 para cualquier ayuda de la ciudadanía
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