Este 25 de febrero pasará a la historia como el día en que comenzó la batalla de Kiev. Las tropas rusas están en el norte de esta ciudad de unos seis millones de habitantes (tres millones dentro del distrito federal). Avanzan desde Chernobyl, que tomaron ayer, y después de hacerse con el aeropuerto de Gostomel, apenas a 25 kilómetros del centro de la capital. Los comandos especiales rusos están ya apostados en uno de los barrios elegantes de esa zona. Los vecinos aseguran que esos soldados estaban escondidos allí desde hace días porque salieron de la nada y cuando todavía había una resistencia ucraniana más al norte. Se encontraron con un equipo de CNN. El corresponsal tuvo que preguntar a qué bando pertenecían.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy apareció en vivo en la televisión nacional ucraniana poco después de la medianoche para lanzar un pedido desesperado de ayuda. Pálido, vestido informalmente y hablando desde un bunker en “algún edificio gubernamental” expresó un lacónico “Nos dejaron solos…Estamos solos”.
También informó que, de acuerdo a las intercepciones de las comunicaciones de los mandos rusos, él es señalado como el primer objetivo a “eliminar” y su familia, el segundo. Terminó pidiendo a sus compatriotas que defiendan sus casas y sus barrios ante los agresores. Pero cuando amaneció, las defensas de la ciudad en la zona norte ya habían sido rotas y se registraban movimientos de tanques y tropas desde el Este y el sur. Kiev va a estar cercada en cuestión de horas. El ministerio de Defensa pidió a los ciudadanos que se defiendan de alguna manera y que preparen bombas molotov para arrojar a los soldados rusos. Evidentemente, un último recurso impotente ante el poder de fuego enemigo.
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Fuente: Infobae