“La decisión, obviamente, es suya, pero hasta el momento, hasta donde yo sé, él está hablando de un abanico bastante amplio de tarifas”. Trump encendió temores de una guerra comercial internacional y una protesta de los socios comerciales de Estados Unidos cuando anunció precipitadamente hace poco aranceles generales de 25% para el acero importado y de 10% para el aluminio.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo que planteó su profunda preocupación sobre estas tarifas en una llamada telefónica a Trump ayer, según su oficina.
Ross adelantó que se esperaba que entraran en vigencia la semana que viene y restó importancia al impacto de las medidas retaliatorias contra la economía estadounidense. Indicó en ese sentido que 9.000 millones de dólares en aranceles de EEUU serían apenas una fracción del 1% de la economía del país.
“Entonces, la idea de que ello destruiría muchos puestos de trabajo, que haría aumentar los precios, alteraría las cosas, es equivocada”, dijo. “En cuanto a la idea de represalias, puede haber algún tipo de represalia, pero las cantidades de las que están hablando también son bastante triviales”, opinó. “Son 3.000 millones de dólares en bienes a los que los europeos han estado expuestos, bueno, en nuestra economía de porte, esa es una pequeña fracción, del 1%”, acotó.
La Unión Europea ha dicho que está elaborando medidas dirigidas contra las principales marcas estadounidenses, como la fabricante de motos Harley-Davidson y las prendas Levi’s. De su lado, Canadá, que tiene más que ver con las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, calificó las tarifas arancelarias como “inaceptables”.
Mientras tanto, China no quiere una guerra comercial pero no se quedará indiferente frente a las amenazas estadounidenses contra sus exportaciones, advirtió Pekín ayer, después de que Trump anunciara medidas proteccionistas esta semana. “Pero si toman medidas que perjudiquen a los intereses chinos, en absoluto nos quedaremos de brazos cruzados”, recalcó ante la prensa. China es, de lejos, el principal fabricante mundial de acero y de aluminio, pero solo exporta una ínfima parte de su producción a EEUU. Así, solo se vería afectado por las nuevas tasas.