“En este artículo quiero explicar por qué creo que la realidad electoral está más cerca a los resultados de la encuesta de Ati Snead (ATI) que a los de Francisco Capli (CAPLI). Es técnicamente muy poco probable (prácticamente imposible) que ambas encuestadoras estén mirando la misma realidad, haciendo bien su trabajo y obteniendo resultados tan distintos. Yo no dudo en la capacidad técnica de ninguna de las encuestas, por ello debo concluir que alguna encuestadora está dibujando los números. Es imposible saber hoy en día quien lo hace, ya que no sabemos cual es la realidad. Sin embargo, creo que ciertos patrones históricos nos pueden dar una pista de quien lo hace. Voy a usar datos históricos relativamente constantes en el tiempo para argumentar por qué veo a la encuesta de CAPLI muy poco probable”, es el inicio del artículo.
Las constantes en los datos históricos
En nuestra democracia la dinámica de partidos ha sido relativamente inestable. La ANR sufrió la separación del UNACE, aunque este último hoy está prácticamente desaparecido y sus dirigentes volvieron en gran medida a la ANR. El PLRA no presentó candidato propio a presidente cuando apoyó a Lugo en el 2008. Partidos nuevos han aparecido, algunos se han vuelto importantes, pero no han durado. Sin embargo, podemos identificar algunos elementos relativamente constantes en nuestra historia electoral reciente.
Si consideramos a la ANR y UNACE como un único partido y sumamos sus votos para senadores, en las últimas tres elecciones no variaron mucho sus números. Pasaron de un 46,6% en el 2003, a 45.21% en el 2008 y a un 39,7% en el 2013, describiendo una tendencia decreciente. Otro elemento constante ha sido la relativa estabilidad del voto a senadores para el PLRA, pasando de 24,3% en el 2003 a 27,10% en el 2008 y 24.43% en el 2013. Finalmente, también ha sido relativamente constante la alta dependencia de la ANR (o ANR+UNACE) en “votos propios”, como explico a continuación.
La ANR (o ANR+UNACE) generalmente tiene un poco más de votos para presidente que para su lista de senadores, mientras el PLRA suele tener bastante más votos para su candidato a presidente que para su lista de senadores. Asumiré que todos los votos para senadores para la ANR y el PLRA van también a su candidato a presidente. A esto defino como “voto propio”, es decir, la relación entre los votos a senadores del partido X y los votos a presidente del partido X. Si la relación es igual a 100%, quiere decir que los votos a senadores y a presidente del partido X fueron iguales, lo cual quiere decir que el candidato a presidente del partido X depende de forma total en sus “votos propios”. Dicho esto, vemos que la ANR tiene una alta dependencia en votos propios (entre 89% y 78.4% son propios) contra 66% del PLRA. En suma, los candidatos a presidentes del PLRA tienden a “prestar” más votos de otras agrupaciones políticas.
Las encuestas de CAPLI y ATI
Hemos visto hasta ahora dos encuestas, muy diferentes una de otra. Si nos basamos en las internas coloradas solamente, estas dos encuestadoras son las mejores. Las diferencias de las encuestas con los resultados finales fueron las menores si las comparamos además con las encuestas de Taka Chase y de CIES.
La probabilidad de que las encuestas de Capli y ATI obtengan estos resultados tan diferentes es prácticamente cero. No quiero entrar mucho en los detalles estadísticos, pero si uno diseña bien una encuesta con 1.300 casos y hace un montón de encuestas diferentes, en el 97,5% (nivel de confianza de las encuestas) la diferencia entre la intención de voto obtenida en la encuesta para un candidato y la realidad es de menos del 3% (margen de error). O sea, casi todas deberían estar cerca de la realidad.
La última encuesta de CAPLI (3 al 12 de marzo) le da 59,9% a Mario Abdo y 27,8% a Efraín Alegre. La de ATI (5 al 12 de marzo) le da 42,2% a Mario Abdo y 44,2% a Efraín Alegre. También difieren en la tendencia hacia las elecciones. Para CAPLI la diferencia a favor de Abdo es creciente, mientras que para ATI es Alegre quien mejora con el tiempo. Ambas están lejos una de otra, muy por fuera del margen de error. Por ello, podemos decir que uno de los dos encuestadores (o los dos) no está haciendo bien su trabajo, lo cual implicaría algo peor, tal como sugerimos al final del artículo.
¿A quién creer? Supongo que depende de cada uno, pero particularmente encuentro muy llamativa la encuesta de CAPLI.
De la encuesta de CAPLI llaman la atención las siguientes estimaciones: 1) En senadores se da un llamativo liderazgo importante del Frente Guasú (como lista más preferida). 2) Los partidos tradicionales, la ANR y el PLRA, tienen escaso apoyo.
Fuentes: https://tererecomplice.com/2018/03/20/encuestas-alguien-dibuja-los-resultados/
https://www.facebook.com/guillermo.cabral.12?lst=100006588849117%3A100000487228221%3A1521672469