Comentó que la empresa karaku se instaló en la caja con un capital de 4 millones de guaraníes, donde empezó a dar préstamos a los jubilados para poder cancelar sus deudas por la suma de 14 mil millones de guaraníes. Posteriormente la Fiscalía imputó al gerente general de la caja y a 4 miembros del Consejo por lesión de confianza.
Los entes controladores mostraron que hubo irregularidades, no obstante a dos de los miembros imputados se les concedió medidas alternativas, por lo que no se los suspendieron de sus funciones.
Benítez expresó que es una preocupación que los dos miembros sigan activos y marcó que es una total inacción por parte del Banco Central.
Asimismo, relató que la empresa fantasma, se instaló dentro de la caja donde llamaban a los jubilados para acceder a dichos préstamos y que la resolución de la caja no permita la refinanciación de los préstamos.
La empresa manejada por el gerente general, llamaba a los jubilados para ofrecer préstamos más baratos, luego los cancelaban con un cheque sin fondos. Una vez conseguido el préstamo, ellos fondeaban los cheques y desembolsaban unos 700 millones de guaraníes aproximadamente, indicó Benítez.