Decenas de miles de fieles asistieron este domingo a la misa de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano, tras la cual el papa Francisco pronuncia su tradicional bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y el mundo”), en la que se refirió a los conflictos que afectan al planeta.
Francisco habló de la situación en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha deportado a religiosos católicos y condenó a 26 años de prisión al obispo Rolando Álvarez. “Sostiene, Señor, a las comunidades cristianas que hoy celebran la Pascua en circunstancias particulares, como en Nicaragua y en Eritrea, y acuérdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe”, imploró.
El Santo Padre pidió también por las víctimas de los terremotos en Turquía y Siria, así como por los “problemas eonómicos y sociales” en Túnez. Además, pidió a Dios que diriga su mirada sobre Haití, “que está sufriendo desde hace varios años una grave crisis sociopolítica y humanitaria”.
En cuanto a las tensiones entre Israel y Palestina, Francisco expresó: “Expreso mi profunda preocupación por los ataques de estos últimos días, que amenazan el deseado clima de confianza y respeto recíproco, necesario para retomar el diálogo entre israelíes y palestinos, de modo que la paz reine en la Ciudad Santa y en toda la región”.
Sobre el cierre, pidió por los refugiados, deportados, prisioneros políticos y a los migrantes, “así como a todos aquellos que sufren a causa del hambre, la pobreza y los nefastos efectos del narcotráfico, la trata de personas y toda forma de esclavitud”.
Fuente:Infobae