Según Irina Bokova, directora general de la Unesco, “la poesía es una ventana a la diversidad excepcional de la humanidad”
Te preparamos un especial de cinco poemas de autores nacionales:
- RECUERDOS
Recuerdos a la rosa. Estuvo un día
donde tú me besabas.
Salúdame al rocío. Te mojó los cabellos
con mi primera lágrima.
Al polvo que se va rayo adelante
de sol, dile mi nombre, por si lo recordara.
Junto a un mismo septiembre,
una mañana,
en un viejo desván, juntos danzamos.
Y dirás mi nostalgia a la manzana
entre las manos del niñito enfermo.
Allí yo supe el último sabor de la esperanza;
por ella clausuré mi huerto
y aseguré el postigo de mi última ventana.
Recuerdos a la rosa.
Saudades para el ala
que cruce por el cielo de tu tarde.
Yo con ella subí hasta tu campana.
… Recuerdos a la rosa que ha de nacer un día
donde yo te besaba.
JOSEFINA PLA
- ESTAMPA
De duras manos toscas
y torso duro, primero fue yuntero,
creciendo entre clavados morichales
-hijo de labradores macilentos-,
con la pobreza que dejó en su rostro
visibles hondonadas con el tiempo.
Después, cuando los años
fueron trazando pliegues en su cuerpo,
como la lluvia que se da a la tierra,
fue dejando su ardor por los esteros,
con un grito moreno que saltaba
como madera sólida del pecho.
Va atravesando roncas intemperies
con olor a sudor, a viejos cueros,
haciéndose profundo como el ámbito
de la extensión desierta y del desierto.
Harapiento y lacónico, no tiene
más que el ardor del viento carretero.
La amenaza nocturna, el filo que golpea,
la venganza resuelta en el acecho,
la mañana ambarrada en los pantanos,
la enredadera, el sobresalto, el miedo,
lo encuentran sumergido
dentro del musgo que labró el silencio.
Todos lo divisamos, aquí mismo,
erguido entre cañados indefensos,
con los ojos despiertos y febriles
por un vivo desprecio,
denso como su sangre, maduro y torrencial,
desbordado y tremendo.
Él es como nosotros:
sobresaltado, claro, verdadero;
ama y odia, profundo
como una hoguera que batalla ardiendo.
Y mirando las ruinas y las ruinas
y el camino deshecho,
herido, con el brazo ensangrentado
y ensangrentado el cuerpo,
trajina esta vorágine.
Lo llamamos Juan Pueblo.
ELVIO ROMERO
- NIEBLA
Una niebla azulina
fue borrando los cerros de las costas,
y a mis ojos, ahora,
el lago se ha quedado sin orillas.
El gran pájaro acuático
como dormido en su alto vuelo
ha de sentir, feliz, que se le expande,
enorme, su Universo.
Así también mi alma
en esta paz como en un sueño
libre de todo afán, vuela sobre la vida
que hoy es lago diáfano sin orillas de Tiempo.
HUGO RODRIGUEZ ALCALA
- UN SIGNO
Quizá tus pies recuerden todavía
las arenas de Leblón, otro verano,
junto al mar presentido y otro cielo
igual y distinto al de estos días
sin ti, sin mi, desmemoriados, ciegos,
hacia otro mar lanzados,
hacia el vacío.
To be or not to be, that is the question,
the question is to be, the question,
or not to be, the question . . .
Inútil todo,
el verbo estéril,,
la lengua prostituta,
la ínfima canción
que no apuntala
un cielo igual,
distintos
indiferente,
inútil.
Un vago signo dibujaste en las arenas
de Leblón, otro verano,
un signo
que el viento, el agua,
acaso tus propios pies, borraron.
MIGUEL ÁNGEL FERNANDEZ
- SI ALGUNA VEZ
Si alguna vez quisieras hablarme, yo estaría
con mi ser aquietado más que un agua nocturna
para la ondulación de tus palabras.
Estaría en la noche sintiendo cómo el roce
de tu voz sobre el alma del silencio me nombra,
¡y yo sin saber dónde arrodillarme…!
Vértebras de caricias reanimarán mis horas.
Palabras con sus bordes tatuados de ternura,
y entre un presagio y un temor, tú misma.
Háblame. Mírame. Tus voces, tu mirada,
desarmarán mis párpados y mi arteria de sombras,
y en ámbitos de un hielo estupefacto,
por liturgia del fuego, mi rosa envenenada.
Será otra vez la lumbre de un corazón más joven.
AUGUSTO ROA BASTOS