El escritor lamentó la situación de tener que pasar por la Terminal y ver a los niños indígenas con la cola de zapatero, “con eso pasan el hambre” puntualizó.
Explicó que los indígenas vuelven a la calle luego de ser albergados debido a un problema cultural, ya que “de niños andan por la calle” y en consecuencia se vuelve “un vicio”. En cuanto a sus madres dijo que no hay manera de ayudarles porque no saben cómo trabajar en la ciudad, “solamente tirando moneditas”, señaló.