“Voy a seguir de esta forma natural conociendo el país, no necesito disfrazarme. Tengo el corazón sano y sangre de indio. Hay una Constitución que nos trata a todos por igual, pero en la práctica no es cierto”, aseveró.
“Fui electo por este pueblo sediento de justicia. Tenemos muchos problemas en cuanto a situaciones reivindicativas y por eso estoy aquí. Siempre fui valiente, no corro de los retos”, afirmó.
“Lanzo la segunda reforma agraria en honor a mi padre quien era un labrador. Falta respetar la identidad, hay que motivar a las personas para que saquen su personalidad”, sostuvo.
“Un tío me trajo a Lima cuando estaba en el tercer año de secundaria. Él me dijo ‘si no trabajas no comes’. Llegábamos a la plaza y vendíamos helados. El Gobierno de Perú, en 200 años, nunca priorizó la educación. Hay mucho por hacer. Los maestros tienen luchas diarias”, refirió.
“Cuando mis familiares me esperaban para cenar les dije ‘voy a postularme para la Presidencia de la República’ y me dijeron ‘ven y come’. Pero dije ‘voy a encomendar la candidatura a Dios’. Empecé a recorrer el país, gracias a los ataques fui conocido. No había ningún pueblo que no este organizado”, recordó.
“Pensemos en el país y en los más necesitados. No pasó por la cabeza cerrar el Congreso, quiero cerrar la brecha de desigualdad y las grandes distancias que existen con los más necesitados”, expresó el mandatario peruano.