El doctor sostuvo que el test del COVI 19 es muy parecido al examen de influenza “todo el mundo piensa que es de la sangre, pero no”, dijo.
¿Cómo se toma la muestra?
La muestra se toma con un hisopo, una especie de “cotonete largo”, según palabras del especialista. Eso se mete en la nariz del paciente hasta el fondo, de un lado, y luego del otro lado. Posteriormente se le pide al paciente que abra la boca y se le toma la muestra desde el fondo de la campanilla, “hasta casi vomitar”.
Cuidados de los encargados de realizar esta prueba
Los profesionales que tienen a su cargo la extracción de las muestras y los encargados de procesar las muestras en los laboratorios, deben extremar cuidados para no contagiarse. “Imagínense al personal que debe tomar esa muestra. Un tipo que tiene que tomar una muestra, y si son 100 muestras, son 100 equipos que se deben usar por día porque son desechables, no tenemos para comprar, eso se acaba”, refirió Morinigo.
Los verdaderos héroes
Son ellos, el personal de blanco de todo el país, quienes están poniéndose en peligro para salvaguardar a la población. La ciudadanía no termina de comprender el peligro del virus, a pesar de tener grandes ejemplos internacionales como China, Italia, Francia y España.
“La gente tiene que entender cual es el trabajo riesgoso, tiene que entender que no estamos ante una enfermedad cualquiera, no es un simple tĩ syry, tienen que tomar en serio esto. Hay muchos compatriotas que nos estamos poniendo en riesgo para saber si es o no y si tratamos o no. Los primeros que caen son los personales de salud y quién va a atender a la ciudadanía si los profesionales de salud caen”.
Coincidentemente, el primer caído por coronavirus en Paraguay fue un médico. El doctor Hugo Diez Pérez, de 69 años de edad fue el primer fallecido por la enfermedad en el país. El mismo se habría contagiado tras hacer contacto con insumos sanitarios infectados, ni siquiera habría sido al tener contacto directo con un paciente con el virus.
“Tenemos que saber que los insumos se van a acabar, porque son desechables y no podés volver a usar y depende de la ciudadanía que no tengamos que usar miles. Pero no nos preocupemos porque se van a acabar, busquémosle la vuelta: quédense en sus casas por favor”, finalizó Morinigo.