“No es problema de consumismo, más bien es un tema de la personalidad, un problema interno del chico y de su entorno. Un chico normal, por más que esté horas y horas jugando este tipo de juegos no va dispararles a sus compañeros, está comprobado en muchas investigaciones, pero esto puede ser un estímulo para los chicos con problemas psicopatológicos, psiquiátricos, a ellos si les puede despertar una fantasía violenta”, afirmó.
Explicó que estos problemas generalmente se dan en personas que tienen “problemas psicológicos, psiquiátricos, depresión, con antecedentes de que fueron acosados, con rasgos psicopáticos, antisociales (estos últimos con menos frecuencia) y personas que han crecido creyendo que pueden hacer los que quieran”, sostuvo.
“Esto lo hacen en forma de venganza, no necesariamente en contra de un compañero o un profesor en particular, sino es contra la sociedad, contra el sistema”, aseveró.
Una forma de abordar esto según el experto es “llevar al chico a un psicólogo infantil, para que se le pueda dar un diagnóstico, primeramente, hay que ver que problemas psiquiátricos tiene el chico, igual si dicen que fue una broma, porque esto ya refleja un problema interno”.
En cuanto a las instituciones educativas afirmó que tienen que buscar mecanismos de prevención. “Deben existir pedagogos y psicólogos que hagan seguimiento a los chicos y que tengan un diagnóstico de cada perfil, que ya haya un parámetro de cuáles serían los signos de alarma”, acotó.