En términos generales, la tasa de incidencia por la enfermedad disminuyó en las últimas tres semanas a nivel país al reportarse menos contagios en ciudades del departamento Central, que bajaron de un promedio de 2.500 casos a 700.
Sin embargo, preocupa la posibilidad de un importante subregistro de chikungunya en el resto del país, donde los casos van en aumento y algunas regiones sanitarias no cuentan con la misma capacidad de notificación que Asunción y Central, recordó Sequera.
«La epidemia se está dispersando, principalmente a Alto Paraná, que es mucho más de lo que tenemos reportado porque los sistemas de reporte no son tan buenos», alertó este viernes en su reporte epidemiológico semanal.
En Alto Paraná se contabilizan 1.058 casos sólo en Ciudad del Este, mientras que los demás distritos reportan menos de 300 en el acumulado de las últimas tres semanas.
Sequera instó nuevamente a los municipios a cooperar en la eliminación de criaderos, un factor clave para disminuir la población del mosquito y evitar que la epidemia golpee con gravedad al resto del país.
Sobre este punto, se observa con preocupación los días feriados por Semana Santa que podrían ocasionar que la epidemia se acentúe.
Muertes por chikungunya
De mantenerse el aumento de casos en el resto del país, los casos graves se trasladarán a hospitales del interior.
Tras los primeros meses en Asunción y Central, se registraron 61 muertes hasta la fecha afectando principalmente a los menores de 1 año (13 fallecidos) y a los mayores de 60 años (37 fallecidos).
Estos son los dos principales grupos a vigilar y cuidar, señaló el director de Vigilancia. De las muertes en menores de 1 año, 9 fueron en recién nacidos. Esta situación llevó a implementar en los hospitales que los bebés de madres con chikungunya permanezcan en observación por una semana, aunque no presenten complicaciones al inicio, para poder resolver cualquier eventualidad a tiempo. Este mismo conocimiento se compartió con las regiones sanitarias del interior. IP
