El magnicidio provocó una serie de manifestaciones de opositores y adherentes a Oviedo y al gobierno de Cubas. Las protestas se concentraron en el microcentro capitalino y duraron cerca de una semana. Hasta que en la tarde del viernes 26 de marzo, francotiradores abrieron fuego sobre los manifestantes que se encontraban en la plaza frente al Cabildo, donde funcionaba entonces el Congreso.
La intervención de las Fuerzas Armadas arrojó como resultado las muertes de José́ Zarza, Armando Espinoza, Manfred Stark, Víctor Molas, Henry Díaz Bernal, Cristóbal Espínola y Tomás Rojas.
La matanza obligó a Cubas a renunciar y a exiliarse en el exterior, al igual que Oviedo. En tanto, el presidente del Senado, Luis González Macchi, asumió la Presidencia de la República.
El hijo del vicepresidente que fue asesinado en marzo de 1999, Nelson Argaña, habló sobre lo que significó la muerte de su padre para el proceso incipiente de la democracia paraguaya. Según señaló hasta el momento solo los autores del hecho fueron condenados y no así los autores morales de la muerte de su padre.
Argaña habló sobre su demanda a Rodolfo Friedmann por el supuesto fraude electoral cometido en 1992, que impidió a su padre asumir la presidencia. El monto solicitado es de G. 2.000 millones que será donado a una fundación para enfermos renales y al Instituto Nacional del Cáncer.
Según la demanda, Argaña, había resultado ganador de las elecciones y por el supuesto fraude, Juan Carlos Wasmosy resultó electo.